Ingredientes:

1 Paquete de masa de hojaldre
Azúcar
1 Tableta cobertura de chocolate

Preparación:

Esta es una receta de esas que a uno le dejan en buen lugar aunque el esfuerzo para lograrlo haya sido mínimo.
Para empezar precalentamos el horno, con calor arriba y abajo a 210º.
Estiramos la masa de hojaldre (que deberá ser rectangular) sobre una superficie que antes habremos cubierto de azúcar, para que al poner la mas encima, esta se le quede pegada de forma uniforme.
Damos la vuelta a la masa y procedemos a hacer lo mismo que hicimos en el lado opuesto. En definitiva, cubrirla de azúcar por las dos caras. Si fuese necesario, utilizaremos un rodillo para conseguir incrustar los granos de azúcar en la masa.
El verdadero secreto de todo esto está en la forma de plegar:

1. Colocamos la masa de forma apaisada y doblamos un lateral hasta el centro. 
2. Doblamos el otro lado también al centro
3. Repetimos la operación dos veces mas hasta conseguir una barra de forma rectangular.
4. Cortamos en tiras de 1cm de grosor 

Cuando todo este preparado, extendemos las porciones sobre la bandeja de horno, teniendo previsto que queden con bastante separación para evitar que se junten al crecer.
Sobre el tiempo diré que depende del tipo de horno, pero en principio, prestad atención a partir de los 15 primeros minutos.
Para la cobertura de chocolate:
Empezaremos por derretir el chocolate al baño maría, añadiendo algo de leche para que luego deslice mejor sobre las palmeras. Una vez tengamos el chocolate completamente derretido, colocaremos las palmera, ya horneadas sobre la rejilla del horno (y esta sobre la bandeja para evitar ponerlo todo perdido de chocolate), y volcamos el contenido sobre las palmeras que escurrirán el exceso de chocolate quedando solamente una fina capa.